LA MINISTRO DE GOBIERNO RECIBIÓ AL SINDICALISTA JULIO PIUMATO

La titular del ministerio de Gobierno, Justicia y Culto, Gladys Bailac de Follari, recibió este viernes por la tarde en audiencia, al integrante de la comisión directiva de la CGT, Julio Piumato, quien solicitó, previamente este encuentro, para efectuar los saludos protocolares.

La realidad de la reunión fue más allá de eso, Piumato la quiso aprovechar para intentar convertirse en una suerte de ‘vocero’ del Poder Judicial y de los sindicatos docentes.

La respuesta por parte de la Ministra de Gobierno, Justicia y Culto, fue contundente y se lo graficó en dos puntos. En primer término, le señaló que en el pedido de audiencia no estaba acordado el tratamiento de estos temas y en segundo lugar, le recordó que el Gobierno de San Luis está abierto al diálogo constantemente, motivo por el cual no necesita gestiones paralelas.

Follari, también le dijo que, si iba a oficiar de mensajero, le recordara a los gremios docentes que la Paritaria Provincial está convocada desde hace más de 10 días.

El kirchnerismo develó parte de su juego en San Luis

El secretario de Derechos Humanos de la Confederación General del Trabajo (CGT), Julio Piumato, tuvo esta tarde actitudes que al menos causaron sorpresa y preocupación en el Gobierno.

El alter ego del sindicalista Hugo Moyano, conocedor de los pasillos de la Casa de Gobierno de San Luis por su militancia para Adolfo Rodríguez Saá, se convirtió en vocero de los gremios docentes plateando reclamos que llevaron las cosas a un punto que no coincide con lo públicamente dicho por los propios docentes.

Reclamó apertura de diálogo – el Gobierno nunca lo cortó – y la convocatoria a Paritarias – el ministro de Educación de San Luis ya las convocó el 1º de abril- como condición para levantar una huelga que a esta altura es parcial con un nivel de acatamiento del orden del 20%.

El arribo de Piumato a San Luis no sólo debería mirarse como una visita a un puñado de gremios locales con intenciones de cobrar protagonismo, sino más bien como la maniobra más clara del kirchnerismo de buscar, a cualquier precio, que los gremios docentes mantengan el actual status quo.