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5.2.10

"El acercamiento a la ciencia de chicos y jóvenes, que propicia la ULP, es único en el país"


El reconocido astrónomo estuvo esta semana en la provincia. Participó como disertante en una actividad de la ULP. Durante su estadia en San Luis dialogó con Prensa, sobre su relación con la casa de estudios, y la enseñanza astronómica.Con un perfil algo despegado del científico tradicional, Horacio Tignanelli suma a su importante bagaje de conocimiento sobre los astros, una pasión por difundir lo que sabe, que excede los claustros académicos. Esa pasión lo llevó, por ejemplo, a dirigir una obra de teatro con títeres para chicos sobre Galileo Galilei. Asimismo, ha escrito diversas obras de divulgación astronómica para educadores, adolescentes y niños. Tignanelli forma parte de los expertos que la Universidad de La Punta (ULP) contactó para capacitar intensivamente a un grupo de cien docentes. El científico es un aliado de la ULP en la tarea de interesar a los puntanos por la ciencia y un viejo colaborador. En su nuevo paso por la provincia habló de su relación con la casa de estudios, y una de sus pasiones: la enseñanza de los astros. —Hablar de su interés por la Astronomía, ¿es hablar, al mismo tiempo, de su interés por divulgar?—Dentro de la astronomía, así como existe la investigación, hay una rama de la ciencia que es la educación. Sobre ese aspecto hablamos de algo nuevo, algo joven en la historia de esta ciencia madre, ya que la enseñanza de la Astronomía comienza a mediados del siglo XX. En nuestro país hubo muy pocas personas dedicadas a desarrollar esta rama fuera del ámbito universitario, o de la formación de profesionales. Y ante la ausencia de referentes, mi especialización dentro de la disciplina es la popularización de la ciencia y su divulgación.—En ese sentido, ¿cómo ve a San Luis?—Bueno, este es uno de los lugares donde la divulgación se hace con mayor asiduidad, seriedad y calidad, y eso es muy importante. Quizá no sea tomado por los medios, o reconocido como debiera serlo. Pero ahí entraríamos en el plano de la desidia. La preocupación de la Universidad para que la gente capte la enseñanza científica siempre estuvo, y por eso estoy aquí. Desde la ULP hemos hecho muchas cosas: televisión con pequeños micros, algunas representaciones, un parque temático, etc. Creo que nos falta muy poco por hacer. De todas formas, lo bueno no es cuánto se hace, sino por cuanto se hace; mantenerlo en el tiempo. Ese es un mensaje muy importante desde una institución universitaria, porque la gente lo valora. Se muestra como una política a largo plazo y permite sostener la curiosidad, sobre todo de los niños. Y se ve claramente reflejado en el niño que participa en las Olimpíadas de Astronomía, que ve a su docente también participar, que se compra un telescopio, que tiene un lugar para realizar actividades de observación en el Parque Astronómico La Punta. No es la intención crear astrónomos, pero si dar la posibilidad de conocer algo sobre el cielo. —Incluir cómo enseñar ciencia en un programa de capacitación docente puede ser clave para luego llegar a los chicos.—Seguro. Y yo estoy poniendo mi granito de arena en estas capacitaciones intensivas para docentes que viene desarrollando la Universidad. Trabajamos la didáctica para enseñar ciencias. Notamos una falencia social importante y es que la gente común no aprende ciencia, no está formada en ciencias, y vemos la necesidad de alfabetizar científicamente a la población. La ULP busca mover las fronteras de la formación del ciudadano en ciencias, mediante la Astronomía.Esta ciencia es un vehículo importante, pero esta desvirtuada, porque no hay especialistas que ayuden al docente a llevar eso al aula. Por eso se enseña Astronomía siempre desde otra ciencia. Mi labor es consensuar todo eso. Mi metodología de trabajo se basa en estrategias no formales de enseñanza, las cuales son muy bien aplicadas y aceptadas. He visto los trabajos de aula de los docentes puntanos y denotan un buen impacto en cuanto al aprendizaje. De todas formas, esto no es nuevo. Hemos hecho una tarea ciclópea de capacitación de alrededor de 2.200 docentes en sólo 2 años en seminarios presenciales. Hay que sumar los centenares que se suman a los cursos virtuales que damos desde las plataformas de la Universidad sobre enseñanza astronómica en primaria y secundaria.
Y los cursos de historia de las ciencias e historia de la Astronomía. El secreto para que los docentes no pierdan el entusiasmo a la hora de enseñar es renovarles el interés a ellos también. —Contar con educadores formados en enseñanza de la ciencia, ¿es una tarea titánica en la Argentina?—Cuesta formar gente.
La posibilidad que hoy brinda la ULP en San Luis de acercar la ciencia a chicos, jóvenes, y entusiastas, es realmente único en el país. Esta provincia ha podido integrar distintos aspectos como la formación de los docentes, las actividades para niños y acciones concretas de popularización, en el tiempo, para toda la población y de forma gratuita.
Esto es absolutamente único y merece una mayor divulgación. Una tarea integral como la que se ha podido realizar desde la Universidad, y sostenida en el tiempo hasta la actualidad, habla de una tarea única, no sólo a nivel nacional, sino también en el contexto de los países latinoamericanos. No hay una experiencia de este tipo.
Por ello, San Luis y sus iniciativas son muy ponderados en los encuentros astronómicos. — ¿La clave sería el trabajo a largo plazo? —Hay una anécdota de Julio Cortazar sobre un buen arquero, quien elije el mejor árbol, espera que crezca la mejor rama, la corta en la estación correcta, y le da la curvatura con la mejor agua. Mientras tanto elabora la cuerda con la que lo va a tensar. Después se dedica a elegir la mejor ave para obtener las mejores plumas a fin de fabricar una excelente flecha.
Una vez que tiene el arco y la flecha; elige la mejor presa; apunta, dispara, y se va a tomar un café con los amigos. Esta es la sensación respecto del trabajo aquí desarrollado.
La Universidad en este campo tuvo muchos años de investigación, de pruebas, de aciertos y errores.
Pero es ahí donde la rectora Alicia Bañuelos vio la puntería de un proyecto de este tipo. Hoy los números, estadísticas y reconocimientos lo avalan.
Tel: (02652) 531525

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