Las actividades se realizarán en el marco de un proceso de asesoría/consultoría que la Universidad brindará a través de sus diferentes docentes e investigadores.
Desde el Vicerrectorado y la Secretaría de Vinculación Tecnológica y Social (SVTS) fueron invitados a participar mediante una comunicación de la Subsecretaría de Desarrollo Industrial Sustentable del Ministerio de Industria de la Nación.
Desde allí, conformaron un equipo multidisciplinario con profesionales de la Facultad de Ciencias Físico, Matemáticas y Naturales (FCFMyN), la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias (FICA) y la Facultad de Ciencias Económicas, Jurídicas y Sociales (FCEJS).
«Desarrollamos una metodología y la presentamos (…) las instancias de evaluación eran tres (3): una en Argentina, otra en Uruguay y otra en Viena, donde se tomaba la decisión final», explicó el vicerrector y secretario de Vinculación Tecnológica y Social, Mgtr. Héctor Flores.
En la actualidad, el concepto de economía circular es un enfoque del desarrollo sostenible que propone la utilización más eficiente de los recursos, la extensión de la vida útil de los productos y la reubicación de los desechos para ser usados nuevamente como materia prima de otra industria o como fuente de energía.
«Hemos tenido la suerte de que nuestras metodologías de trabajo, nuevas y modernas que se usan para el análisis de cadenas de valor, cadenas de suministros y economía circular, fueran seleccionadas».
En abril comenzarán las tareas. «Es la primera vez que como Universidad participamos de una licitación para una consultoría, de una temática de este tipo, en la cual hay muchas puertas abiertas», resaltó Flores afirmando que esto los posiciona en un lugar desde donde pueden tener aspiraciones de seguir trabajando con Naciones Unidas en este tipo de aportes.
El funcionario destacó además, que lo más importante es que en la UNSL no solo se habla de medio ambiente, sino que se realizan contribuciones concretas. «Esta es una actividad que servirá para que muchos bienes que hoy se consideran residuos, puedan catalogarse como insumos de otras industrias, por lo que se los revalorizaría e incorporaría al sistema económico para satisfacer necesidades y no ser desechados al medio ambiente», explicó.
Sobre el trabajo que se realizará
La propuesta presentada en el marco de los proyectos ONUDI por la UNSL tiene como objetivo principal realizar un relevamiento de las principales actividades industriales del país, y volcar esa información en un mapa conceptual.
Las actividades que llevará a cabo el equipo interdisciplinario incluyen: determinar los distintos tipos de basura generada según cada región y sus respectivas industrias a través de un exhaustivo análisis de sus procesos productivos y materias primas con el objeto de clasificarlos en tres (3) distintas categorías: productos, sub-productos o co-productos.
Las materias primas de análisis serán: residuos de materiales ferrosos y no ferroso, arenas de fundición, fibra de lana de zinc-aluminio, escoria de altos hornos de acero, molienda de pet, granalla de mineral de cobre, platino y paladio, inóculos granulares y desechos sólidos de explotaciones mineras.
Además, se analizará la frecuencia con la que se generan los distintos tipos de residuos en las industrias, se realizará una caracterización física y química de los desechos mediante técnicas analíticas y se detallarán propuestas de optimización en la cadena de suministro.
Junto a esto, buscarán establecer la intersección entre la generación de residuos o desechos y los consumos de las diversas industrias, evaluarán el impacto sociocultural, socioeconómico y demográfico que pueden generar los cambios hacia una economía sostenible e inclusiva; relevarán la ubicación estratégica de cada industria con el objeto de armar redes de sinergia en el uso eficiente de los recursos a través de los distintos canales logísticos y propondrán mejoras en el uso de los recursos energéticos mediante el uso de energías alternativas.
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