Con respecto a la modalidad de clases teóricas y/o prácticas, se recomienda la flexibilización en el porcentaje de asistencia a clases teóricas para acceder a la condición de estudiante promocional y regular. Al mismo tiempo, se establece que las clases teóricas se dictarán en la modalidad prevista en cada plan de estudios, pudiendo incluir formatos mixtos, cuando la situación lo amerite.
En este sentido, la secretaria Académica, Dra. Rosa Lorenzo, explicó que la flexibilidad de la asistencia, será solo en las clases teóricas y no así en clases prácticas, laboratorios ni trabajos de campo, donde la asistencia es fundamental. «Esto no afectará para nada la calidad educativa ni la formación del estudiantado», dijo.
Por su parte, en lo relativo a las mesas de exámenes, se establece que las consultas se podrán realizar en modalidad no presencial, al igual que los exámenes finales para estudiantes que hayan regularizado todas las asignaturas de su plan de estudios y cuyo lugar de residencia se encuentre alejado de la Unidad Académica de pertenencia.
Finalmente, se estipula que la defensa de los trabajos finales, prácticas profesionales supervisadas y trabajos integradores finales, podrán ser en modalidad no presencial, para aquellos/as estudiantes cuyo lugar de residencia se encuentre alejado de la Unidad Académica de pertenencia. Serán exceptuadas las prácticas docentes o denominación equivalente según plan de estudios correspondiente.
Durante su tratamiento en el Consejo Superior, el rector C.P.N. Víctor Moriñigo, destacó el trabajo por parte del Comité Académico: «entendíamos dentro de la emergencia que teníamos que tener un mensaje claro para los estudiantes de la UNSL, para generar condiciones que hicieran más amigable habitar la Universidad en una época tan difícil como la que estamos viviendo en el carácter político y económico», dijo.
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